La sorpresa para Enrique era la subida asta "Posiciones"
en la lanzadera. Todo para no perjudicarlo con la hernia
que será intervenida por el cirujano en septiembre.
A esta altura y asta el refugio de la Carihuela, mantengo conversación con
Andrés EA7JC, persona a la que apreciamos muchos escuchas y
radioaficionados de Amdalucía.
El pasado mes de enero recibió el diploma de oro al mejor radioaficionado del año.
Felicidades Andrés.
Espectaculares vistas desde el refugio, mezcladas con la nieve, que
todavía queda mucha.
Desde esta posición nos maravillamos al ver la chorrera con el arcoíris.
Perfecto telón de fondo en el lateral de Fernando, todo un lujo para la vista.
Con los rayos de sol dando de lleno, y el reflejo de la nieve,
Enrique y Loli se disponen a quitarse cascaras,
el calor es intenso, Fernando y yo desde el principio llevábamos camiseta de verano.
Esto es lo que queda de una gran grieta, aún así impone pensar en la profundidad
en la temporada de invierno.
Así queda el tono rojizo de la nieve, tras los vientos de la última ola de calor venida del decierto.
Aunque en pequeñito, la flora y fauna de Sierra Nevada es abundante.
Este es el estado de la Caldera, cuya vereda está enterrada a trozos e intransitable, es un suicidio acceder a ella.
Como todo sábado de verano, los refugios de Pérez Hazas y Caldera, están saturados de montañeros, la Cima del Mulhacén también, decidimos buscar en los lagunillas por debajo del refugio de la Caldera y montamos nuestro vivac; acertamos de lleno, y de noche fuimos testigos del gran espectáculo de estrellas fugaces y meteoritos, todo un gran escenario.
Loli estaba emocionada, y en éxtasis, con la sensación de haber disfrutado por primera vez de la cumbre del Techo de la Península Ibérica.
La mejor hora del día, la cena.
Después del desgaste, el apetito es voraz.
He aquí nuestro campamento vivac.
Mientras el personal duerme, me levanto muy temprano para dedicarme a lo que más me gusta, la flora y fauna, ya que de lo contrario me vería obligado a subir yo sólo a la sierra para poder dedicarme a mi mejor pasatiempo.
Un nido con dos entradas o salidas, ¿pero de qué?
El agua nos ofrece un espectáculo lleno ce vida.
Las planta a estas altura y en su mayoría, las especies para sobrevivir, no se levanta de suelo, salvo que se protejan por las rocas.
De 2º C a 5º C pasamos la noche del sábado al domingo, como se puede ver, el agua estaba congelada.
Los macho de Cabra Montés se pasean con elegancia por estos lares sin temor al hombre. Este ejemplar sin importarle mi presencia, se dispuso a vever agua en uno de los pequeños arroyos salientes de la laguna donde estábamos acampados.
Bueno como siempre he dicho, el buen montañero se encuentra en la montaña, y gracias a Dios he conocido dos amigos más un saludo para ambos, espero que os guste este reportaje.
Esta laguna la había visto siempre desde lejos, y tenía pensado verla de cerca, este es el resultado.
Bueno, de regreso con el resto del grupo, y con todo desmantelado y limpio, nos disponemos a partir en el retorno a la Hoya de la Mora.
Estado del refugio de Pérez Hazas.
En su interior se nota bastante la humedad en los listones de madera.
Con mucha suerte y fortuna, nos encontramos con uno de nuestros amigos de Skirla Senderos, espero que estén disfrutando de Granada y de Sierra Nevada.
Hasta la próxima, el nuevo reportaje será sobre el Camino de los Neveros y el Purche.
