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lunes, 28 de septiembre de 2009

Introducción


Todo parece más encantador cuando lo vemos a distancia, y las cosas toman un relieve singular cuando se observan en la cámara oscura del recuerdo.
Teófilo Gautier.

El verdadero entendimiento consiste en dar valor al de los demás.

Hay algo en este mundo que es todavía más raro que los brillantes y las perlas: el buen juicio.
Jean de la Bruyère.

El mérito se aprecia a sí propio y no consiente deshonrarse con intrigas y bajezas.
Pablo Enrrique, Barón de Holbach.

Algunos milagros los hace el diablo y hay que llorarlos después.
Alejandro Casona.

La moda es un paradójico fenómeno social: su éxito anuncia ya su caída; su consagración, sus funerales.
Lola Gavarrón.

Muchas personas están demasiado educadas para hablar con la boca llena, pero no se preocupan por hacerlo con la cabeza hueca.
Orson Welles.

Hay una moral masculina y una moral femenina, y sin este axioma establecido nada se dirá que sea cierto de la moral humana.

La indiferencia ante los problemas morales es característica de las clases altas de la sociedad.

La enfermedad de las clases ilustradas es la total indiferencia ante los problemas morales.
Herry Fréderic Amiel.

Trata de conseguir algún modo de convivencia con todos, un algo común que sea modesto, sencillo, sincero, y que no tenga necesidad de alterarse aunque tú sigas transformándote más y más cada día. Ama la vida que en otros se manifiesta en forma extraña y la tuya propia, y sé indulgente con aquellos que van envejeciendo y temen la soledad en que tú tanto confías.
Rainer María Rilke.

No se trata de suspirar por un mundo mejor; se trata de tomarle la medida a este único mundo que existe y acomodarse en él lo mejor posible; del mejor modo que se pueda.
Noel Clarasó.

El amor es el gran refugio del hombre contra la soledad, la inmensa soledad que le han impuesto la naturaleza, la especie, las leyes eternas.
Henrri Bataille.

El amor faz sotil al home que es rudo, fácele fablar fermoso al que antes es mudo, al home que es covarde fácele atrevudo, al perezoso face ser presto e agudo.
Juan Ruiz (Arcipreste de Hita).


El senderismo


Seguro que a nadie desagrada la idea de tomar de vez en cuando un autobús o un tren, echar en la mochila lo más imprescindible y marchar a pasar uno, o quizá varios días fuera de la ciudad. Naturalmente los lugares que mas llaman la atención son los montañosos; allí los espacios son grandes, el ambiente es variado, el aire puro y tranquilo. Todo esto que hace al senderista sentir la ilusión de volver a la vida primitiva, mirar paisajes que todos han mirado, andar caminos que casi nadie pisó. Internarse en el bosque, buscar prados tranquilos, ríos de caudal suave y lagos cristalinos, sin ser jamás monótono. A cada vuelta del sendero, en cada pico se nos presenta distinto paisaje. Pero siempre el mismo denominador común, la Naturaleza desde los más profundo de su Ser, siendo nosotros parte activa y latente de ella misma.
¿Qué se necesita para hacer buenas excursiones por montaña? Ante todo un ambiente favorable y amigos expertos que enseñen a uno; en la montaña todos debemos ser un poco maestros de los demás. En las entidades montañeras hay muchos buenos amigos en potencia donde no es difícil escoger, ya que es precisamente en la montaña donde mejor se ve el verdadero carácter de las personas que nos rodean. Durante horas se anda juntos, se come juntos, y las penas y las alegrías de uno son las de todos. Una sola excursión bastará para elegir amigos de verdad.
Y para empezar, nada más; porque con buenos amigos, con la mochila llena de ilusión, el corazón alborozado y las piernas ligeras, ya se puede salir. El montañismo abre sus puertas dando la oportunidad de disfrutar cada uno de los momentos que se puedan vivir.

M.S.